En la salida ya empezamos con buenos repechos para calentar piernas, subiendo hacia la gravera de lozoya, y nos desviamos por el camino del antiguo vertedero picando todo para arriba. Este camino no le conocía y me ha resultado muy interesante.
Remontamos Bargas y bajamos hacia los pinos por una bajada muy divertida y remontando a san Francisco cogimos la segunda bajada que marca el recorrido, dejándonos ya en el barrio de azucaica.
El nuevo recorrido nos hizo variar la ruta y retomar la senda hacia Toledo subiendo el valle.
La tarde cerraba y la postal que presentaba la ciudad imperial era digna de inmortalizarla. Y al coronar el puerto hicimos lo demandado.